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Qué es un facilitador de pago y cómo elegir el adecuado para tu negocio
Aceptar pagos digitales es fundamental, pero no todos los métodos son iguales. Elegir el facilitador de pago correcto puede influir en la eficiencia y el crecimiento de tu negocio. Pero, ¿qué es exactamente?
Definición y funcionamiento
Un facilitador de pagos, también conocido como PayFac, es una empresa que actúa como intermediario entre tu negocio y las entidades financieras. Permite aceptar pagos electrónicos sin necesidad de establecer contratos individuales con bancos o proveedores de servicios de pago. Este modelo beneficia a PYMES, medianas y grandes empresas, ya que simplifica los procesos de cobro, agiliza la integración de pagos y reduce la carga administrativa.
Al integrarlo en tu plataforma de ventas (ya sea un ecommerce o una app), gestiona automáticamente las transacciones, asegurando que los fondos lleguen a tu cuenta. Entonces, ¿cómo funciona un PayFac paso a paso?
- El cliente realiza un pago en tu tienda online o app
- El facilitador procesa la transacción y verifica su validez
- La cantidad pagada se transfiere de manera segura a la cuenta de tu empresa, descontando una comisión por el servicio
Todo este proceso ocurre en pocos segundos, sin que tu equipo tenga que intervenir manualmente.
Facilitadores de pagos vs. procesadores de pagos: ¿en qué se diferencian?
Ambos modelos permiten gestionar transacciones, pero su funcionamiento varía considerablemente.
- Procesadores de pagos - Actúan como intermediarios entre comercios, bancos y redes de tarjetas. Para utilizarlos, cada empresa debe abrir una cuenta mercantil, lo que implica trámites de registro y requisitos de cumplimiento individuales. Aunque ofrecen mayor control, el proceso suele ser complejo y costoso.
Ejemplo: una cadena de hoteles de lujo podría optar por un procesador de pagos para gestionar reservas de forma centralizada, negociar mejores tarifas y personalizar el sistema de cobro.
- Facilitadores de pagos - Permiten que múltiples negocios procesen pagos bajo su propia infraestructura, sin necesidad de abrir una cuenta mercantil. Esto agiliza la incorporación y reduce la carga operativa.
Ejemplo: un hotel boutique independiente recibe reservas desde su página web y necesita aceptar pagos rápidamente, sin trámites bancarios complejos. Integrando un PayFac puede activar cobros en línea de forma sencilla.
Al comparar ambas opciones, hay diferencias clave a tener en cuenta:
- Estructura - Los procesadores requieren cuentas mercantiles individuales mientras que los facilitadores agrupan a varios comerciantes.
- Onboarding - Un procesador exige validaciones bancarias; un facilitador permite empezar prácticamente de inmediato.
- Costes - Los procesadores suelen ofrecer tarifas más competitivas a grandes comercios, mientras que los facilitadores aplican comisiones más altas a cambio de una integración rápida y sencilla.
- Cumplimiento - Con un procesador, cada negocio gestiona su normativa; en un PayFac, la responsabilidad recae en el facilitador.
Beneficios de los PayFacs: 7 aspectos clave
Un facilitador de pagos ofrece ventajas clave para negocios de todos los tamaños, desde PYMES hasta empresas más grandes. Algunas de las principales son las siguientes:
- Integración sencilla - Su implementación es ágil y no requiere conocimientos técnicos avanzados. Una plataforma de movilidad (como una app de VTC) que opera en varias ciudades europeas puede integrar un PayFac en pocos días, permitiendo a los conductores recibir sus pagos sin demoras.
Aceptación de múltiples métodos de pago - Los facilitadores de pagos permiten recibir pagos con tarjetas, billeteras electrónicas y transferencias internacionales, facilitando las compras. Una empresa de exportación de aceite de oliva puede aceptar pagos en distintas divisas y métodos de pago internacionales, agilizando sus operaciones con distribuidores en Europa, Asia y América, evitando complicaciones logísticas y retrasos.
- Reducción de costes - Al automatizar los procesos de cobro y eliminar intermediarios, se optimizan recursos y se reducen costes operativos. Por ejemplo, un proveedor de software especializado en la gestión de recursos humanos puede consolidar todos sus pagos recurrentes en una única plataforma, reduciendo significativamente el tiempo dedicado a la facturación.
- Mayor seguridad en las transacciones - La implementación de sistemas antifraude y protocolos de seguridad avanzados garantiza operaciones fiables tanto para la empresa como para sus clientes. Por ejemplo, una compañía de alquiler de vehículos eléctricos que opera en varias ciudades europeas puede proteger cada transacción, minimizando los riesgos de fraude.
- Escalabilidad y flexibilidad - La capacidad de adaptarse al crecimiento del negocio permite gestionar un volumen de transacciones más alto. Por ejemplo, un marketplace B2B de suministros industriales puede ampliar su catálogo y base de clientes sin preocuparse por la infraestructura de cobros, gestionando miles de transacciones simultáneamente.
- Menor tasa de abandono en el proceso de compra - Un sistema de pago optimizado evita que los clientes abandonen su compra por procesos complejos o falta de opciones. Al integrar múltiples métodos de pago y minimizar los pasos necesarios, las empresas pueden mejorar la conversión. Por ejemplo, en el sector de viajes, antes de realizar una reserva, los usuarios suelen comparar los precios de vuelos y hoteles en distintas plataformas. Si una web permite pagar con tarjeta de crédito, PayPal y transferencias bancarias, además de ofrecer opciones como pagos fraccionados o en moneda local, el cliente percibe mayor flexibilidad y confianza.
- Mejor experiencia de usuario - Un proceso de pago ágil mejora tanto la satisfacción como la fidelización del cliente. Pongamos el caso de un ecommerce de productos ecológicos por suscripción. Por la misma naturaleza del negocio, los clientes esperan una experiencia fluida. Implementar opciones como pagos con un solo clic, almacenamiento seguro de tarjetas y renovación automática de suscripciones evita que los usuarios tengan que ingresar cada vez sus datos. Esto no solo agiliza el proceso de compra, sino que también refuerza la confianza en la plataforma.
En resumen: ¿cómo ayuda un facilitador de pagos a tu empresa?
Un PayFac simplifica y agiliza el proceso de cobro, permitiendo que las empresas acepten tarjetas, transferencias y otros métodos sin complicaciones técnicas ni integraciones complejas.
Analizamos el ejemplo de Bodega Tierra, una tienda online de vinos, que enfrentaba varios problemas con su sistema de cobro:
- Pagos manuales y procesos lentos - El equipo debía verificar y confirmar manualmente cada transferencia, lo que generaba retrasos y desconfianza
- Dificultades con pagos internacionales - Muchos clientes extranjeros querían pagar con métodos no disponibles en la plataforma, lo que llevaba al abandono de carritos
- Falta de seguridad - La gestión manual aumentaba el riesgo de errores y fraudes
Al integrar un facilitador de pagos, el ecommerce logró:
- Automatizar los cobros con la aceptación de tarjetas de crédito/débito, e-Wallets y transferencias instantáneas
- Habilitar pagos en distintas monedas, permitiendo a clientes internacionales comprar en su propia divisa
- Implementar pagos en un clic para clientes recurrentes, acelerando la conversión y mejorando la user experience
- Reducir el abandono de carritos en un 40%
- Aumentar las ventas en un 30% en apenas 6 meses
Además, los PayFacs ofrecen herramientas para gestionar cobros, procesar reembolsos y detectar fraudes en tiempo real. Para una PYME como Bodega Tierra, esto se traduce en ahorro de tiempo, reducción de costes operativos y mejora de la satisfacción del cliente.
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