Como todo servicio, el procesamiento de pagos con tarjeta conlleva costes para los comercios. Uno de los más importantes son las tasas de intercambio. Estas tasas pueden representar hasta el 90 % de las comisiones por procesamiento de tarjetas, lo que tiene un impacto significativo en los costes operativos. Por ello, siempre deben tenerse en cuenta al definir precios y desarrollar una estrategia financiera sostenible para tu negocio.
Las tasas de intercambio varían según la región del mundo y la red de tarjetas. En Europa, pueden alcanzar un máximo de 0,3%. Es decir, en una transacción con tarjeta de crédito de 1000 euros, el comerciante debe pagar un máximo de 3 euros. Sin embargo, estos montos también varían según el método de pago, por lo que es importante conocer cada uno de estos detalles para gestionar estos costes de manera adecuada y no poner en riesgo tus ganancias.
Si quieres conocer más sobre las tasas de intercambio, cómo impactan a tu negocio y encontrar una guía con las mejores estrategias para gestionarlas, continúa leyendo. Aquí aprenderás a identificar las tasas aplicables a cada método de pago, comprenderás cómo influyen en tu rentabilidad y descubrirás consejos prácticos para optimizar tus procesos de pago.
Las tasas de intercambio son las comisiones que los empresarios deben pagar al aceptar pagos con tarjetas de crédito o débito. El coste de estas tasas es establecido por las redes de tarjetas y suele gestionarse como un porcentaje de la transacción. Sin embargo, dicho porcentaje dependerá de varios factores como el tipo de tarjeta, el tipo de transacción, el sector de la empresa y los límites establecidos por cada región del mundo.
Estas tasas tienen los siguientes objetivos:
Es importante señalar que las tasas de intercambio no son la única comisión que deben cubrir las empresas por procesar pagos con tarjeta. En este sentido, también existen las comisiones por servicios adicionales de los bancos adquirentes o procesadores de pago. Sin embargo, las tasas de intercambio, en la mayoría de los casos, representan el monto más alto de pagos por transacciones que las empresas deberán efectuar.
Las tasas de intercambio son variables y conocer su monto exacto implica considerar una diversidad de factores. Esta suele estar compuesta por un porcentaje del valor de la transacción más una comisión fija, las cuales varían según:
El tipo de tarjeta
Las tasas de intercambio son diferentes para pagos con tarjeta de crédito o débito. Normalmente, son más altas para las tarjetas de débito, ya que se considera más seguro aprobar estas transacciones que las de crédito.
Beneficios ofrecidos por el banco
Algunos bancos ofrecen tarjetas de recompensas con beneficios como puntos, millas, premios y reembolsos por el uso de tarjetas de crédito. En estos casos, las tasas de intercambio suelen ser más altas para compensar costos.
Categoría del comercio
Los procesadores de pago clasifican a los comercios según el tipo de bienes y servicios que ofrecen. Esta clasificación puede afectar la tarifa de procesamiento asignada por la red de tarjetas a la empresa. Por ejemplo, comercios de alto riesgo como las aerolíneas suelen estar sujetos a tasas de intercambio más altas que restaurantes o supermercados.
Modalidad de pago
La tasa de intercambio varía dependiendo de si el pago se realiza con una tarjeta física, en línea, vía telefónica, etc. Esto está directamente relacionado con el nivel de riesgo asociado a la transacción. Los pagos realizados por teléfono, correo o en línea pueden implicar costos mayores que los realizados con una tarjeta física.
Protocolos de seguridad
Cuanto más segura sea una transacción, menor será el monto que el comercio debe pagar. Las empresas que implementan protocolos de seguridad como encriptación, tokenización, verificación en dos pasos, entre otros, pueden estar sujetas a tasas de intercambio más bajas.
El país o región
Aunque las redes de tarjetas y los bancos emisores establecen las tasas de transacción, estas deben cumplir con las regulaciones locales. En España, por ejemplo, estas tasas están reguladas por el Banco de España, que establece límites máximos para las transacciones con tarjeta de crédito del 0,3% y del 0,2% para las de débito. Además, existen limitaciones adicionales, como ajustes en la comisión según el monto de la transacción, por ejemplo, transacciones por debajo de 20 euros reducen estos límites al 0,2% y 0,1%, respectivamente.
Debido a que las tasas de intercambio incrementan los costes operativos de las empresas al implicar una deducción en cada transacción, deben integrarse en la planificación financiera y estrategia de negocios de los comercios para asegurar su salud financiera.
Algunas estrategias que los comerciantes pueden implementar para mitigar el impacto de las tasas de intercambio en sus ganancias incluyen ajustar sus precios, implementar estrategias comerciales que favorezcan ciertos métodos de pago y elegir un proveedor de pagos capaz de negociar tarifas más competitivas según el volumen de transacciones, los métodos de pago preferidos y el sector del negocio.
Los procesadores de pagos suelen usar de cuatro a cinco modelos principales de tarifas: Intercambio++ (interchange ++), tarifas por niveles, tasas fijas y suscripciones.
Otro modelo de tarifas ampliamente utilizado es la tarificación híbrida o “blended pricing”. En este modelo, los procesadores de pagos combinan las tarifas de intercambio, las tarifas del esquema y las tarifas de margen, agrupando todos los costes de procesamiento de transacciones en una única tarifa.
Este porcentaje suele ser el mismo para todo tipo de transacción, lo que facilita la gestión y comprensión del modelo para los comercios. Sin embargo, es menos transparente que el modelo de intercambio, ya que no permite desglosar cuánto corresponde a cada una de las tarifas que componen el porcentaje fijo a pagar.
En cambio, el modelo de intercambio se considera uno de los más transparentes, puesto que permite a los comercios conocer claramente cada una de las tarifas a pagar y su desglose. De esta manera, los comercios pueden entender de manera precisa el margen o beneficio que obtiene el proveedor de servicios de pago. No obstante, dado que Interchange++ es un modelo de traspaso, puede estar sujeto a fluctuaciones en los costes.
En Checkout.com, somos aliados estratégicos para los negocios en la búsqueda de servicios de procesamiento y pasarela de pagos, y priorizamos la transparencia en todos nuestros procesos. Por ello, utilizamos el modelo de Interchange++ debido a la claridad que ofrece al facturar las transacciones de manera individual, evitando costos ocultos o adicionales.
Además, estamos disponibles para brindarte la asesoría adecuada para comprender en profundidad el impacto de las tarifas de intercambio en tu negocio, ayudarte a evitar costos excesivos y tomar decisiones más inteligentes.
Ponte en contacto hoy mismo con uno de nuestros asesores para descubrir todo lo que Checkout.com puede hacer por ti y tu empresa.